La Pelea del Año ya tiene nombre: Fury-Wilder III

Foto: AFP

Estar apenas a dos o un segundo de liquidar al mejor peleador actual de los pesados es como si la suerte te sonriera y luego se burlase de ti.

El estadounidense Deontay Wilder vivió algo parecido el sábado 9 de octubre cuando tuvo dos veces por el suelo al invicto campeón inglés Tyson Fury, en la que desde ya se ha llamado la Pelea del Año. Todo un combate trepidante de principio a fin, al punto de que hubo episodios en el que nadie podía vaticinar quién se llevaría el laurel.

Veámosla desde esta perspectiva: los tres choques fueron como movimientos telúricos, donde se presentaron caídas. En la primera pelea (2018), Wilder llevó dos veces al tapiz a Fury, pero este logró incorporarse, principalmente de manera casi milagrosa en el segundo conteo que llegó a nueve. Aun así, los puntos que había sumado Fury le alcanzaron para que se decretara un empate. En la revancha (2020) todo se fue por una sola calle, y esa vez fue Wilder quien rodó por el piso (tres veces) para perder el título y su invicto. El tercer enfrentamiento (9 de octubre de 2021) se sucedieron cinco caídas: dos a favor de Wilder y tres propiciadas por Fury. Así sería de espectacular.

Sonado el primer asalto El Bombardero de Bronce se vio decidido y ganoso de terminar temprano con El Rey de los Gitanos, y se anotó la ventaja. El segundo round fue para Fury que fue tomando el pulso y comenzaba a hacer mella en la humanidad de Wilder, no solo apoyado en los golpes sino sobre el cuello y espaldas del retador. Entonces llega el primer drama en el tercer round. Fury logra hilvanar unas rápidas combinaciones de izquierda y derecha que derriban a Wilder. Éste se ve mal y la campana lo salva. Fury sale dispuesto a liquidar las acciones y tiene en apuros a Wilder… Y sucede lo impensable: el estadounidense suelta una derecha poderosa a la cabeza del británico para enviarlo malamente a la lona. El “Gitano” logra incorporarse a la cuenta de ocho; el “Bombardero” va por él y conecta otro mandoble que parece definitivo, pero milagrosamente logra levantarse, y cuando Wilder va por otro remate suena el campanazo.

En el quinto Wilder sale con todo a presionar a Fury, lanzando venenosos volados que no logran su pleno objetivo; y viéndolos bien, el estadounidense se nota más cansado. Entre amarres, forcejeos y golpes sin mucha eficacia y erráticos otros, se va el quinto. Los siguientes asaltos evidencian un enorme cansancio de Wilder y mejores combinaciones de Fury, quien llega al décimo asalto mucho más entero y en un intercambio de golpes saca la mejor parte con una derecha que derriba a Wilder. Pero este, como un león herido, lanza súbitamente peligrosos zarpazos que hacen tambalear al campeón. Fue, sí, su último rugido, porque llegada la undécima vuelta, Fury sabe que a Wilder le queda muy poco oxígeno y se lanza sobre él. En un rincón lo castiga con izquierdas y derechas de todos los calibres, hasta que un gancho de zurda primero y un gancho con la otra mano, ambos a la cabeza, hacen desplomar al retador y quede consumada la épica tercera pelea.

Fury retiene así corona del CMB y conserva su imbatibilidad al registrar ahora 31 combates, 0 reveses, 1 empate con 22 nocauts, frente a Wilder que desmejora su marca tras 43 peleas, 1 empate, dos derrotas, 41 nocauts.

Eso sí, ambos demostraron la clase de gladiadores que son, que combatieron más que por dinero, por la gloria. Y todo parece señalar que los dos saldrán con los brazos en alto en la que sería La Pelea del Año.

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