La máscara rota o el discurso antiético de la “revolución”


Cuatro hechos que acontecieron hace poco más de dos semanas en Venezuela apuntan al verdadero rostro de la revolución bolivariana
 chavista-madurista y más aún a su fisonomía y fisiología ideológica: el por qué los regímenes despóticos, como este de izquierda, no podrán solucionar las cuestiones vitales de la población que ellos mismos causaron.

Digámoslo directo: el asunto es ético, moral, de transparencia. Si ellos niegan que la crisis es producto de su fracasada ideología y al mismo tiempo, desvergonzadamente, corren a encubrirla, no puede haber dudas de la clase de personas que gobiernan y envilecen a sus conciudadanos.

Veamos. El régimen y sus sostenedores mediáticos (incluyendo, por supuesto, a sus domesticados guerreros de las redes sociales) viene dándose frescor e ínfulas con las medallas alcanzadas por los atletas venezolanos en las Olimpíadas de Tokio. Alardean, cuales loros, sobre el desarrollo deportivo del país gracias a su revolución (es la de ellos, no de la mayoría de la gente), y para que no haya un mal intencionado ‘pro yanqui’ o ‘frustrado opositor’ les hacen decir a los atletas que han contado con la ayuda de los organismos del régimen, o que dediquen su triunfo en ocasión del cumpleaños de nacimiento del fallecido presidente Chávez, tal cual se difundió el 28 de julio tras la medalla de plata lograda por el pesista Julio Mayora.

Pues bien, el miércoles 4 de agosto, salió a la luz por uno de las tantas televisoras de los “revolucionarios” (TVES) una entrevista a un directivo del Instituto Nacional de Deportes (IND), Alfredo Loyo, en la que señala que los logros en Tokio fue producto del esfuerzo individual de los atletas.


El 2 de agosto comenzó a difundirse por las redes sociales el caso de una miliciana, de edad madura, revolviendo de la basura en busca de qué cosa encontrar para comer y sobrevivir a su miserable salario que, como el grueso de sus compatriotas, no llega a dos dólares mensuales. Indignada, despotricó del gobierno y de su líder Nicolás Maduro. Dos días después apareció con uniforme nuevo, bien arreglada, hablando bien del régimen, y desmintiéndose.


Como se puede apreciar en la segunda parte, ella hace énfasis en la bolsa de comida que el Estado le proporciona gratuitamente para que se mantenga fiel a los déspotas. No es difícil adivinar lo que le dijeron para que se retractara… “Si no lo haces te damos de baja y vas presa”. Incluso se corrió la voz de que se le iba a tratar como enferma psiquiátrica.

Suman cun laude en Impostura, no pueden llevar a puerto seguro la nave venezolana si no reconocen primero sus desmanes. 




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La máscara rota o el discurso antiético de la “revolución” La máscara rota o el discurso antiético de la “revolución” Reviewed by Alejandro Domecq on 12:27:00 Rating: 5

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