Lo que esconde Maduro al rechazar la vacuna AstraZeneca


«No vamos a traer ninguna vacuna que esté causando estragos en el mundo, no voy a nombrar a ninguna, solamente van a venir las vacunas (contra el COVID-19) comprobadas científicamente en Venezuela que son seguras para nuestro pueblo», anunció el miércoles 24 de marzo el cuestionado mandatario venezolano, Nicolás Maduro.


Con esa declaración, cualquiera podría pensar de un carácter magnánimo, equitativo y justo del mandamás de Venezuela; no obstante, varias aristas subyacentes se desprenden de esta decisión. Una, que la vacuna que no menciona es la AstraZeneca, desarrollada por la Universidad de Oxford del Reino Unido. Dos, que este medicamento no está causando estragos, como lo indican las últimas pruebas realizadas a 32 mil voluntarios en Estados Unidos, Chile y Perú con una efectividad de 76% en casos sintomáticos, y 100% en prevenir los casos graves, superando a los resultados de 62% de efectividad del año pasado en el Reino Unido, y además “no se presentaron problemas de seguridad con respecto a coágulos de sangre”, según destaca BBC News Mundo en su portal digital del pasado 22 de marzo. Tres, que la seguridad sanitaria que el mandamás quiere supuestamente para su pueblo, se contradice con el suministro a pobladores de ‘las gotas milagrosas’ Carvativir, patentadas por comerciantes afines al régimen, ahora devenidos en pseudo investigadores en el área de la salud. Medicamento este que no ha sido sometido al rigor científico mundial y, por lo mismo, dista mucho de ser aprobado por las altas autoridades sanitarias, como la OMS. Y, para colmo, como si no le bastase con esta piratería, está por llegar la vacuna cubana Abdala, que tampoco ha recibido la certificación científica.


¿Y entonces? Que los estragos de que habla Maduro solo están en su mente manipuladora, calculadora, nada inocente, pero sí atrevida, pues de los 17 millones de personas que fueron inoculadas con la AstraZeneca en Europa, se presentaron menos de 40 casos de embolia pulmonar o cerebral, y que pudieran ser individuos que tenían problemas de salud no vinculados ni con el virus ni con la vacuna. Esos casos muy aislados se están investigando, y hasta que no se tengan las comprobaciones precisas, el asunto queda en meras especulaciones, de acuerdo a lo informado por BBC News Mundo (…) “Los expertos dicen que ese número no es superior a los casos reportados en la población en general”.


¿Y por qué criticar a Maduro si algunos países europeos suspendieron las vacunaciones de AstraZeneca? En efecto, Alemania, Francia, Italia, España, Países Bajos, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Bulgaria, Islandia y Eslovenia, así como el Congo e Indonesia en África y Asia, respectivamente, decidieron posponer las dosis mientras las investigaciones aclarasen que causó los coágulos sanguíneos, pero se estima que muy pronto reiniciarán la vacunación masiva tras las últimas pruebas de efectividad ya citadas. De allí que el cuestionamiento contra Maduro estriba en que irresponsable y absurdamente le cierra las puertas a este medicamento dos días después que los nuevos resultados avalan a AstraZeneca.


Y he aquí que se da con el capricho o irracionalidad de Maduro, que no es otro que el móvil político. Su gobierno se vio obligado a firmar con la oposición un convenio para que Venezuela pueda disfrutar del mecanismo COVAX, integrado, entre otros entes internacionales, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo objetivo “es acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra la COVID-19 y garantizar un acceso justo y equitativo a ellas para todos los países del mundo”.


La especie de capitulación que tuvo que refrendar Maduro, porque no puede acceder a unos 200 millones de dólares del BCV, represados en cuentas protegidas en Estados Unidos, motivado a las sanciones contra su autoritario, abusivo y corrupto mandato, le da el poder a Juan Guaidó, su acérrimo enemigo político y ‘presidente encargado’ de Venezuela, de autorizar al Departamento del Tesoro de EE. UU el desembolso de $18,2 millones para el acceso a Covax y $12,1 millones para acondicionar la cadena de frío, en una primera fase que beneficiará a 6 millones de ciudadanos, y en la que está incluida las dosis de AstraZeneca. Y como la susodicha vacuna es de origen inglés, le da alas al jerarca suramericano para oponerse de algún modo al Reino Unido, que le tiene bloqueado 31 toneladas de lingotes de oro a través del Banco de Inglaterra, y tal como Estados Unidos, solo permitirá su liberación si lo solicita Guaidó en calidad de ‘presidente interino’ de Venezuela.


Todo eso tiene muy molesto al mandamás que, como todo dictador, quiere controlarlo todo, sin transparencia de por medio, como ha hecho con la vacuna rusa Sputnik V, de la que dijo haber invertido 200 millones de dólares por 10 millones de dosis, lo que significa en simple matemática que pagó el doble, en el entendido de que cuesta para cada persona $ 10 dólares en el mercado internacional, como lo han denunciado los líderes opositores. Aparte de que priorizó, para recibir la inmunización, a sus colaboradores inmediatos: ministros, gobernadores, alcaldes; y sus incondicionales diputados con Cilia Flores y Nicolás Maduro Guerra, esposa e hijo, como los primeros en vacunarse. Y seguramente ya está anotados para ser inmunizados con las dosis de Shinopharm, importada de China, los altos militares y todo un mosaico de acólitos que están en segunda fila del chavismo-madurismo.


Puede verse también que Maduro, bien alineado con rusos y chinos, jamás de los jamases se atrevería a impedir la entrada a Venezuela de la Sputnik V y la Shinopharm, ni aun en el supuesto de que se conocieran muchos casos de embolias asociadas a estas vacunas.


Mientras tanto, nada más propicio para el cleptócrata (gobernante que antepone el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos), que agarrarse de los supuestos riesgos de AstraZeneca para dejar sin efecto el incómodo convenio suscrito, al menos por un tiempo, mientras arma una nueva jugada en el tablero de la salud venezolana, donde no quiere más contrario que su imagen reflejada en el espejo.

 

 


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Lo que esconde Maduro al rechazar la vacuna AstraZeneca Lo que esconde Maduro al rechazar la vacuna AstraZeneca Reviewed by Alejandro Domecq on 20:43:00 Rating: 5

1 comentario

  1. Excelente artículo acompañados de datos muy precisos en cuanto a la maniobra política del régimen para darle entrada a la vacuna cubana

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