Entre las manos y el arte de Luis Labarca Palmar
Manos grandes y cicatrices profundas, marcadas por el trabajo e historias, como las que acumula con el tiempo que le lleva procesar y convertir una tapara en una obra de arte, la cual describe como un encuentro maravilloso entre él, la pintura, los pinceles, el tallado y el árbol del Taparo.
Este nativo de la guajira, lleva viviendo muchos años en la parroquia 'Antonio Borjas Romero', y de sus 72 años, son 55 dándole forma y sentido a cientos de taparas, donde cada una de ellas le deja una gran satisfacción personal, familiar y profesional pues le permiten elaborar cacerolas, tinajas, cucharas y un sinfín de artículos.
Narra su vida con mucha pasión, alegría, regocijo y da gracias a Dios por cada obra que termina. Manifiesta que en su faena diaria hay un fin e inicio de otras miles de piezas que quedan sembradas en la identidad zuliana. Palmar le pide a Dios sabiduría y larga vida para llevar a las nuevas generaciones parte de su historia, vida y ejemplo.
Por eso, sin pausa, y silenciosamente, sigue apostando al trabajo y a la perseverancia que debe tener cada individuo para reinventarse la vida, y no pasar las páginas de la historia del día a día sin contribuir con el país y su gente.
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