El boxeo rompió confinamiento en Nicaragua y Corea del Sur

Lo que se vio este sábado 25 de abril en el ‘Polideportivo Alexis Arguelllo’ de Nicaragua y el Legend Boxing Gym en Gimpo, Corea del Sur, fueron las dos primeras competencias mundiales luego de mes y medio de sequía deportiva como consecuencia del coronavirus; pero el centro de la polémica recayó en los pugilistas centroamericanos, los organizadores del evento, las autoridades deportivas y el gobierno sandinista, señalados de cometer un acto de temeridad e irracionalidad. 
A muchos le parecerá ilógico e imprudente que se permitan espectáculos públicos en plena pandemia gripal y que sea precisamente el boxeo, una disciplina de alto contacto físico, de roce permanente, la que se abriera paso para decir presente a las acciones competitivas. Pero no es fácil entender la situación cuando uno de los países que sirvieran de escenario es Nicaragua, con apenas 3 fallecidos y solo 11 infectados, según cifras del ministerio de salud del régimen socialista. En contraste con la nación surcoreana que registra 10 mil 728 casos, 242 muertos y 8 mil 717 recuperados. 

No obstante, aparte de la controversia, la diferencia entre ambas veladas consistió en que mientras Nicaragua la hizo abierta al público e incluyó entrada gratis, Corea del Sur prefirió ventilarla a puerta cerrada, lo que en sí ya implicó menos gente y por tanto menor posibilidad de contagio. Aunque de todas formas, y pese a la activa promoción, la asistencia en el país de Centroamérica fue muy baja.

Previo a la cartelera del sábado en Mangua, el promotor de los combates, Rosendo Álvarez, ex doble campeón mundial, dijo para The Associated Press que no le parecía mal realizar la velada “porque aquí no hay coronavirus ni hay cuarentena, los tres muertos vinieron de afuera y en el país nadie se ha contaminado (...) Nicaragua es un país pobre y los boxeadores tienen que comer, no pueden quedarse encerrados en su casa”. Álvarez dijo que los boxeadores cumplen “un riguroso chequeo médico” antes de cada pelea, aunque no les han hecho la prueba del coronavirus porque “ninguno tiene síntomas ni se ha enfermado en los entrenamientos”. Aseguró que en acatamiento a los protocolos de salud “los asientos fueron colocados a dos metros de distancia del cuadrilátero y en las gradas y habrá médicos en la entrada del gimnasio para medir la temperatura de los espectadores, que deberán entrar con barbijos (tapabocas)”, como en efecto se observó durante las contiendas. 

En un amplio reportaje, Univisión apuntó que Daniel Ortega es el único mandatario de Centroamérica que no ha tomado medidas extremas para controlar el covid-19 y durante 34 días no fue visto en público para orientar a la población sobre la enfermedad. Esta semana, ordenó el regreso a clases de 1,8 millones de alumnos y el reinicio de labores de 170.000 burócratas tras 15 días de vacaciones (...) En días pasados, el gobernante sandinista admitió que el coronavirus ‘avanza lentamente’ en Nicaragua, pero dijo que nadie puede dejar de trabajar porque ‘el país se muere’ (...) Durante todo abril, el Instituto de Turismo promovió al menos 81 actividades masivas en el país, como carnavales, desfiles, viajes a la playa y procesiones religiosas que habían sido suspendidas por la Iglesia católica. Los médicos afirman que ello supone un enorme riesgo de exposición de personas al contagio de un virus letal”. Y no entienden a qué juega el gobierno, como lo expresara a la AP el epidemiólogo Álvaro Ramírez en el entendido de que “las concentraciones humanas aumentan el riesgo de múltiples brotes simultáneos en todo el país”. 
El público en Nicaragua, bastante escaso, se ciñó a las medidas sanitarias contra el coronavirus. 

La alianza opositora al régimen de ortega mostró su desacuerdo y alarma ante la actividad en el ring, y en base a ello envió una misiva a la cadena televisiva ESPN rechazando la decisión de patrocinar y transmitir el evento. “Les metieron un gol (…) Aquí se les pasó la mano”, aseguró a Univisión Noticias Juan Sebastián Chamorro, coordinador de la plataforma opositora, asegurando que la empresa puede haber caído en lo que considera las maniobras del gobierno nicaragüense de presentar un cuadro de normalidad en medio de la pandemia. En la carta de protesta se advertía que "de darse contagios en dicho evento, será corresponsabilidad de ESPN, por no haber considerado los altísimos riesgos que implica la realización de un evento de esta naturaleza en el estado actual de la pandemia”. Aún así, ‘Espn Knock Out’ llevó la retransmisión de la cartelera para el público de habla hispana a través de la televisora oficial nicaragüense, en una alianza bajo el lema de “la única cartelera en vivo a nivel mundial”. Pero que finalmente compartió ese hecho con la escenificada en Corea del Sur. 

Y así fue cómo los televidentes pudieron disfrutar de la velada boxística la noche sabatina desde Managua, la capital de Nicaragua, con vistosos desfile de banda marcial, música e himno nacional, además de guardarse un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus en el mundo...

Los boxeadores se presentaron al cuadrilátero con sus respectivos tapabocas que luego se quitaron para intercambiar golpes. Ese mismo protocolo de protección cumplieron los seconds, árbitros y jueces, así como los concurrentes con las debidas distancias corporales. Los asistentes desinfectaron las suelas de sus zapatos en una alfombra con cloro, así como sus manos con alcohol, en tanto fueron rechazadas aquellas personas que registraron temperaturas sobre los 37 grados. 

En total se disputaron ocho combates, incluida la pelea estelar de revancha en el peso súperligero entre Robin Zamora (16-7, 8 KOs) y Ramiro Blanco (18-8-3, 10 KOs), quien no pudo tomar desquite, perdiendo esta vez por decisión unánime tras 8 emocionantes asaltos. Blanco protestó la pelea anterior con Zamora cuando el árbitro decretó el nocaut en el segundo round en una aparente medida precipitada, como también parece que fue el haberse efectuado esta programación boxística en plena pandemia. 

De la poca información que se maneja de la nación asiática el portal Toda Pasión informa que en la pelea estelar Hwang Kil Kim (12-2, 6 KOs) noquear a Jae Duk Bae (4-7, 2 KOs) con un gancho izquierdo al cuerpo en la primera ronda de su pelea de peso welter”, disputada a ocho asaltos. 

La polémica sigue encendida, y solo el tiempo dirá si fue un acto de imprudencia que el boxeo rompiera el confinamiento deportivo en el mundo, cercado por la terrible pandemia. 





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El boxeo rompió confinamiento en Nicaragua y Corea del Sur El boxeo rompió confinamiento en Nicaragua y Corea del Sur Reviewed by Alejandro Domecq on 13:54:00 Rating: 5

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