Las ‘hienas’ obedecieron y sabotearon el retorno de Guaidó

Algo tenían que hacer para sacarse esa espina de la gira exitosa de Guaidó por Europa y América. Y pensaron, muy acobardados: si nosotros, los mandamás, no podemos tocarle ni un pelo a ese tipo por orden de Trump, entonces que lo hagan los colectivos chavistas. Mientras tanto, cerremos las vías y tomemos el aeropuerto y sus alrededores para impedirle el acceso a la multitud, que de seguro lo va a ovacionar.

Y así lo hicieron la tarde de este martes 11 de febrero. Militares y policías trancaron las vías que conducen al aeropuerto Simón Bolívar de Caracas para impedir el paso a diplomáticos, diputados y comunicadores sociales, algunos de los cuales se las ingeniaron para pasar. Sin embargo, la tranca fue tal que imposibilitó a que mucha gente pudiera ir a recibir al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, como lo reconocen 59 países del mundo.

Guaidó arribó a Venezuela en un vuelo directo de Lisboa, Portugal, con algo de retraso, pasadas las 5:00 de la tarde. Sonriente, como siempre, se dirigió a migración y allí lo recibió un funcionario, quien le dijo que le retendría la cédula de identidad “por orden del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”, según el video de Noticiero Digital. ¿Con qué fin? Esa era apenas la antesala que le tenía preparada la banda usurpadora de Miraflores; enseguida una empleada del aeropuerto lo tildó de traidor a la patria, en medio de gritos e improperios de adeptos al régimen que levantaban pancartas en su contra. De inmediato, afines a Guaidó y contrarios, se arremolinaron a su alrededor, y entre empujones, enfrentamiento a golpes e insultos, el presidente interino expresó que traía “el compromiso del mundo libre... Nunca Nicolás Maduro y su dictadura están solos”.

“Apenas salió de la terminal aérea, cerca de doscientas personas le rodearon y zarandearon, y algunos trataron de golpearle con objetos contundentes, así como a su esposa, Fabiana Rosales, y a varios diputados opositores que lo esperaban en el aeropuerto. Algunos periodistas también fueron agredidos y robados por el grupo chavista, frente a decenas de agentes militares y de la Policía, que no movieron un dedo para impedir las agresiones. Al marcharse golpearon su automóvil durante un buen trecho”, reportó para El País de España la corresponsal Ludmila Vinogrodoff.

Ya en la Plaza Bolívar de Chacao, Guaidó ante una multitud, dijo con contundencia: “Cobarde Nicolás ya te derrotamos hace tiempo, el pueblo te quiere sacar de una vez por toda de ahí, que quiere vivir con tranquilidad”, para luego llamar a los venezolanos a reactivar las protestas de calle en contra de los que muchos califican de ‘narco régimen’.


"Nos enfrentamos a una dictadura y lo tenemos muy claro. Y los mecanismos de presión van a aumentar. Por muy polémicos que sean van a seguir aumentando (...) "Esta es una dictadura cobarde porque no acepta su destino. Están solos. Aislados. Utilizan la palabra pueblo para usarnos. ¡Cobarde Nicolás!", repitió. "Intentaron a la fuerza, con asesinatos políticos, intentaron dividir los partidos. Inventaron un cuento con el bufete de abogados porque no puede llamarse TSJ, pero no pudieron. Un llamado al entorno del dictador: dejen la cobardía. Es evidente que están solos".


Eso sí, advirtió al pueblo venezolano que “las elecciones realmente libres no van a llegar gratis. "Para farsas no nos prestamos. Para soluciones sí. La dictadura debe entender de una vez por todas que no nos vamos a rendir".

Las ‘hienas’ de Maduro y su dictadura cumplieron con el plan. Agredieron y despotricaron de Guaidó y su gente, aunque hubieran querido despadazarlo. No obstante, sin pudor, mostraron parte de las prendas que arrebataron a comunicadores sociales, como un zapato marrón perteneciente al periodista Maiker Iriarte, blandido cual trofeo por “Nayades Pérez, jefa civil de Catia La Mar, famosa por amedrentar a vecinos dependientes de cajas CLAP. Una de tantos especímenes siniestros que ha dejado el narcochavismo en Vargas. Unas plagas”, comentó para ND el periodista Daniel Lara farías.

¡Pobres hienas! Están a dieta inmisericorde sin que se detengan a pensar que sus amos ‘robolucionarios’ son los únicos culpables de la miseria de todo un país. Los mismitos que con el rabo entre las piernas no pueden latirle a Trump, pero sí los envían a ladrar a Guaidó y a la inmensa mayoría de venezolanos que lo respaldan, hastiados de tanta inmundicia roja.

Ahora entendamos bien. El régimen madurista obedeció la advertencia de Trump de que tomaría severas represalias en caso de que a Guaidó lo arrestaran a su regreso. Así, por segunda vez, el presidente encargado de Venezuela no le paró a la prohibición de salida del máximo tribunal, que ha quedado solo para perseguir a indefensos y confabularse con las mafias del chavismo que depredan a Venezuela.

Cumplió el obediente Diosdado Cabello de que no iba a pasar nada con el retorno de Guaidó. La cobardía es más poderosa que su ideología descolorida. Y tanto él como Maduro se acostaron con el agridulce sabor de quienes no pueden ponerle las manos en el cuello a su enemigo, pero se consuelan con hacerle pasar un mal rato por medio del aullido de las ‘hienas’.

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