Los 707 detenidos por hurto de material eléctrico o la verdad de los apagones
Puede que en este preciso momento un gerente, supervisor u
obrero de Corpoelec, o todos a la vez, estén robando material estratégico del
carcomido Sistema Eléctrico Nacional (SEN), y es posible también que alguien en
Venezuela, tras varios intentos, por fin pudo leer esta nota, como me demoré yo
a la hora de escribirla, por el mismo motivo: fallas eléctricas.
En solo este año, 707 personas han sido detenidas “por hechos
relacionados con ataques al Sistema Eléctrico Nacional”, según informó el
pasado viernes 1 de noviembre el fiscal general, Tarek William Saab, para
señalar que por daños en esa materia han ingresado a la Fiscalía 581 causas,
equivalentes al 77% de los casos tramitados sobre tráfico de material
estratégico, y que se iniciaron 331 investigaciones por hurto de cableado, 268 de ellos corresponden a la sustracción de
equipos, transformadores, lámparas de alumbrado público, y demás.
Dichos datos lo hizo público a propósito de la detención de
tres personas asociadas en el hurto de instrumental eléctrico en el estado
Carabobo. Dio sus nombres. El gerente de distribución de la subestación
Castillo de Corpoelec, Albeiro José Alzate Alzate, el propietario de una
empresa de instalaciones eléctricas, Jairo Chirinos, y el dueño de la empresa Postes
Carabobo 2010, Yemín Adolfo Ramírez. Los tres se apoderaron de un carrete de
cable lineal de 1.000 metros con un peso de seis toneladas, dos mil metros
lineales de guaya acerada, 100 toneladas de guaya eléctrica de aluminio y tres
mil conectores eléctricos, entre otros materiales, como aires acondicionados y herramientas
pertenecientes a la compañía estatal. Los materiales hurtados tienen un valor
aproximado de 3 millones 350 mil dólares.
“Se trata de uno de los casos más grandes de robo de
material de Corpoelec a escala nacional”, apuntó Saab.“Estas personas, cuando
actúan de esta manera, saben que no solo buscan afectar patrimonialmente al
país, sino causarle un daño adicional a la población al dejarla sin agua y sin luz”.
Por ello exhortó a la ciudadanía denunciar acciones de este tipo para que una
vez sometidos a la justicia paguen por sus fechorías.
De estas declaraciones del fiscal general pueden inferirse que
el sabotaje al sistema eléctrico no proviene de factores externos, sino de
prácticas consuetudinarias y corruptas dentro de la empresa Corpoelec, como
también de toda una estructura de
complicidades. A semejanza de las termitas o comejenes que corroen la madera,
el desmoronamiento del servicio eléctrico nacional viene desde las entrañas mismas
de dicha compañía. Lo que echaría por tierra los cacareos de sabotaje a
distancia de los Estados Unidos en alianza con sectores radicales de la oposición.
Por ello, las sucedichas manipulaciones electromagnéticas o ataques
cibernéticos a la Central Hidroeléctrica "Simón Bolívar", ubicada en
la Represa del Guri, como causa de los grandes apagones de marzo pasado,
parecen más obras del laboratorio de embustes y perversidades del régimen
socialista, tan prestos en apuntar con el dedo a sus enemigos políticos.
A los robos o hurtos que se suceden a diario en el Sistema
Eléctrico Nacional, debe añadírsele lo que expertos, dirigentes y ciudadanos en
general han denunciado y que en su oportunidad fueron recogidos y difundidos
por los medios de comunicación social, pero les resbaló a los jerarcas del
régimen. Se ha hablado de la falta de mantenimiento de instalaciones en las
centrales hidroeléctricas (en Guri solo trabajaban 11 turbinas de 20 durante
los largos apagones), desinversión, ineficiencia, fuga de personal calificado y
condiciones de trabajo miserables, licitaciones amañadas, sobreprecios y
compras de equipos obsoletos o deteriorados, obras inconclusas como las termoeléctricas
o proyectos de energía eólica (electricidad a través de los vientos) con el fin
de aliviar al Guri y no depender tanto de su capacidad generadora; millonarias
inversiones que terminaron en su mayor parte en los bolsillos de personeros de
la revolución y particulares. Sin dejar de mencionar que se entró en un círculo
pernicioso: como tengo un mal servicio, no cancelo la factura eléctrica, como
el gobierno dilapidó la renta petrolera no tiene como ofrecer un servicio
eficiente.
Y cómo comenzó este colapso energético que ha sumido a los
venezolanos, junto a otras carencias, a una vida paupérrima y desoladora. Todo
empezó con la fiebre revolucionaria traducida en un Socialismo del Siglo XXI, que
llevó al extinto todo poderoso Chávez a nacionalizar y centralizar el sistema
eléctrico sin tomar en cuenta los fracasados modelos comunistas, inoperantes en la gestión, administración y
control de recursos, una vez que empresas de servicios básicos pasan a manos
del Estado.
Así que la de por sí alarmante cifra de detenidos por
sustracción de material eléctrico, se convertiría en una cifra escandalosa si
pagaran cárceles los verdaderos culpables, aquellos que por obra, omisión o
dejadez propiciaron este desastre; esos que crearon ese frankenstein “rojo,
rojito”: la revolución bolivariana.
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Los 707 detenidos por hurto de material eléctrico o la verdad de los apagones
Reviewed by Alejandro Domecq
on
2:12:00 p.m.
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