Fuente de la DEA reconoce plan para suministrar drogas a sobrinos de Cilia Flores

Abogados de los sobrinos de la primera dama venezolana debilitaron nuevamente el lunes el caso del gobierno federal al conseguir que un testigo clave admitiera que un informante encubierto había planeado ayudar a suministrar drogas a los acusados.
“¿Entendía usted que Sentado iba a ubicar el suministro de drogas para los acusados?”, preguntó el abogado defensor David Roday, refiriéndose a un testigo confidencial.

“Sí, señor”, dijo José Santos Peña, otra fuente confidencial que trabajaba con la DEA.

La revelación es clave para la defensa de Efraín Campo, de 30 años, y su primo Francisco Flores, de 31, sobrinos de la primera dama venezolana Cilia Flores, quien alega que sus sobrinos son víctimas de una conspiración política por sus relaciones con la familia del presidente Nicolás Maduro, adversario de Estados Unidos.

Santos regresó al banquillo de los testigos durante la segunda semana del juicio penal en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York. Campo y Flores enfrentan una pena de cadena perpetua bajo cargos de confabularse para entrar ilegalmente en Estados Unidos 800 kilogramos de cocaína.

El jueves, Santos describió cómo hizo varias grabaciones de audio y video de los acusados en las que supuestamente hablaban de cocaína y la manipulaban.

Sentado, cuyo nombre verdadero es Carlos Amílcar Leva Cabrera, no pudo ser llamado a declarar porque murió después del arresto de los sobrinos.

Los dos sobrinos alegaron que fueron “atraídos” al negocio de drogas por los informantes corruptos, quienes dijeron que les suministrarían los aviones, la cocaína y el comprador.

Roday, el abogado defensor de Flores, hizo varias preguntas a Santos sobre el llamado “plan original”, y dijo que los informantes también iban a proveer el avión y que fue Santos el que inició la conversación sobre traer drogas a Estados Unidos. Roday presionó a Santos para que admitiera que los acusados eran “novatos” y no tenían experiencia.

Santos trató de desviar las preguntas mostrándose inquieto ante la pregunta de si los sobrinos tenían experiencia. Se limitó a reconocer que tenían menos experiencia que él, un traficante de larga data que había llegado a los más altos niveles del Cartel de Sinaloa, en México. Dijo que no recordaba si los informantes iban a suministrar un avión e inicialmente negó que hubiera iniciado las conversaciones sobre traer las drogas a Estados Unidos. Posteriormente reconoció que él “trajo a colación” a Estados Unidos en las conversaciones.

La fiscalía alega que Campo y Flores trataron de explotar sus conexiones políticas para llevar a vías de hecho un trato multimillonario de cocaína que ayudaría a la campaña política de su tía y fortalecería el poder de la familia.

Cilia Flores es abogada y una autoridad en la Asamblea Nacional venezolana.

El Nuevo Herald

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